En este video se puede ver la dificultad de conseguir un poco de leche en polvo. Nos parece una situacion que se le ha ido de las manos a lo que ellos llaman la revolucion, O sea a un cambio de gobierno de una manera pausada, pero profunda. Chavez insistió en crear una sociedad no dependiente del imperio como afirmaba, pero sin darse cuenta, la situacion se ha vuelto insostenible.
Gracias por abrir esta ventana al mundo sobre los alcances del laudo Socialismo del siglo XXI. Por desgracia esta pesadilla ha sido realidad en mi patria natal desde la mitad del siglo XX. ¿Cuando despertará el mundo libre ante los tentáculos del comunismo en nuestro hemisferio americano?
El comunismo quiere un camibo social. pero a costa de los más pobres. Cuando dan comida a los pobres les llaman santos, cuando se preguntan por qué los pobres no tienen comida, dicen que son comunistas. Estas palabras en boca de Dom Helder Cámara..
Hélder Pessoa Câmara; Fortaleza, 1909 - Recife, 1999) Arzobispo católico brasileño cuya defensa de la justicia social, así como su actitud de condena de las dictaduras latinoamericanas, lo convirtieron en símbolo de la llamada "Iglesia de los pobres" y en una de las figuras más destacadas de la teología de la liberación. Ingresó en el seminario en 1923, y fue ordenado sacerdote en 1931, siendo trasladado en 1936 a Río de Janeiro, donde se preocupó por las condiciones de vida de los habitantes de las "favelas".
Óscar Arnulfo Romero
(Óscar Arnulfo Romero y Galdames; Ciudad Barrios, 1917 - San Salvador, 1980) Arzobispo salvadoreño. Formado en Roma, inició su carrera eclesiástica como párroco de gran actividad pastoral, aunque opuesto a las nuevas disposiciones del Concilio Vaticano II. En 1970 fue nombrado obispo auxiliar de El Salvador, y en 1974 obispo de Santiago de María.
En esta sede comenzó a aproximarse a la difícil situación política de su país, donde desde hacía décadas gobernaba el Ejército. Se implicó de lleno en la cuestión una vez nombrado arzobispo de El Salvador en 1977. Sus reiteradas denuncias de la violencia militar y revolucionaria, que llegaba hasta el asesinato de sacerdotes, le dieron un importante prestigio internacional. Ello no impidió que, al día siguiente de pronunciar una homilía en que pedía a los soldados no matar, fuese asesinado a tiros en el altar de su catedral.